Así le cortaron la cabeza a María Antonieta, hace 231 años
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- 16 oct 2024
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María Antonia Josefa Juana de Habsburgo-Lorena, conocida popularmente como María Antonieta, se destacó como una figura clave en la historia de Francia y Europa.
El 14 de octubre de 1793, la reina depuesta apareció ante el Tribunal Revolucionario en La Conciergerie, enfrentando graves acusaciones, incluyendo conspiración contra Francia y malas gestiones que llevaron al país a la ruina económica.
A pesar de ser una amante del teatro, los bailes y la moda, fue vilipendiada por un pueblo hambriento.
Un día como hoy, el 16 de octubre de 1793, una multitud se congregó en París para presenciar su ejecución. Con las manos atadas y abucheada, María Antonieta fue condenada a morir en la guillotina a los 37 años, casi nueve meses después dela muerte de su esposo, Luis XVI. Su cabeza fue mostrada a la multitud que clamaba: ¡Viva la República!
La famosa frase de los brioches que María Antonieta nunca dijo
El 16 de octubre de 1793 (hace 231 años), María Antonieta de Austria, que hasta el año anterior había sido reina de Francia, fue condenada a muerte por un tribunal revolucionario. Fue acusada de traición y conspiración contra la república, entre otros cargos.
Pocas horas más tarde, fue guillotinada en la Plaza de la Revolución de París. Su muerte a manos del tribunal revolucionario y su ejecución se han convertido en un símbolo de la brutalidad de la Revolución Francesa y la sangrienta caída de la monarquía en Francia.

Su muerte marcó el trágico final de la vida de la última reina de Francia, una de las más detestadas por el pueblo. Durante el juicio, se la representó como un símbolo de la monarquía opresiva: es recordada por su opulenta vida en la corte francesa y su imagen como un símbolo de la extravagancia en un momento en que el país estaba en crisis y el pueblo sufría. Su imagen y reputación jugaron un papel en la creciente hostilidad hacia la monarquía y contribuyeron al ambiente de la Revolución Francesa.
Una de sus frases más recordadas, ante la observación de que el pueblo no tenía pan para comer, fue "si no tienen pan, que coman brioches". Sin embargo, no hay evidencia sólida de que María Antonieta realmente pronunciara esta frase: podría haber sido una invención o un mito para resaltar su desconexión con las luchas y las penurias del pueblo.
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